¿Por qué usar nuestro sistema híbrido?

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Cada solución tiene sus ventajas y desventajas. Por ello, lo mejor es tomar en cuenta las características y necesidades del negocio. Con cada cliente, analizamos los requerimientos fiscales, evaluamos la opción más conveniente y productiva para cada realidad comercial.

En primer lugar, la factura electrónica depende del funcionamiento de la página de AFIP, la cual sigue sufriendo periodos de inestabilidad muy breves pero significativos para grandes comercios. Sin embargo, ofrece a su vez la ligereza de no necesitar ningún equipo especial para el registro tributario, además de la inmediatez del envío de la facturación.

Un registrador fiscal, por el otro lado, es un equipo que necesita mantenimiento y es vulnerable a las averías, pero da al usuario la autonomía de poder seguir facturando cuando falla el portal de la AFIP.

Tomando esto en cuenta, nuestro sistema integrado de Punto de Venta puede manejar ambas opciones en el mismo programa. Para que desde un mismo equipo el operador emita factura electrónica y, si el portal de AFIP da problemas, un sencillo ajuste de configuración le permitirá seguir trabajando por medio de una impresora fiscal acoplada al computador.

De este modo, lo que ofrecemos es un blindaje en contra de una contingencia bastante común y perjudicial, para garantizar la posibilidad de continuar la jornada diaria sin interrupciones que se traducen en pérdidas de ingresos.